En este tema vemos como para alcanzar un desarrollo pleno en nuestro cuerpo, en nuestra inteligencia y en los afectos, las personas necesitamos de los demás. Crecer en valores como la cordialidad o la amistad nos ayuda a tener un mundo de relaciones amplio y sólido. En concreto vamos a:
1º. Conocer e interpretar la relación de la persona con los diferentes grupos sociales a los que pertenece.
2º. Descubrir la importancia de vivir en grupo y de compartir experiencias con otras personas.
3º. Reflexionar sobre el lugar de la familia en el proceso de desarrollo de la persona.
4º. Analizar las exigencias y compromisos de los cristianos en su relación con Dios, consigo mismo y con los demás, relacionándolos con otras opciones presentes en la sociedad.